Mejoramiento genético de los Cultivos Industriales y estrategias alternativas para la obtención de biotipos adaptados a los nuevos escenarios y al cambio climático
Objetivo General
Asegurar la provisión de germoplasma de cultivos industriales (CI), Caña de Azúcar, Yerba Mate, Maní, Te, Mandioca, Quinoa, Stevia, y desarrollo de conocimientos del comportamiento productivo de CI emergentes como Miscanthus, Cáñamo, Caña energía, Lúpulo, Chía y Amaranto, para atender las nuevas demandas en sistemas agro-bio-sustentables de la ACI.
Resumen Ejecutivo
El proyecto tiene como objetivo general continuar trabajando desde los programas de mejoramiento genético (PMG) para la provisión continúa de germoplasma de los cultivos industriales (CI) tradiciones como Caña de Azúcar, Yerba Mate, Maní, Te, Mandioca, Quinoa, Stevia, como así también en el desarrollo de conocimientos sobre el comportamiento productivo de cultivos emergentes como Miscanthus, Cáñamo, Lúpulo, Chía y Amaranto, teniendo en cuenta la búsqueda de su potencial productivo, componentes de calidad, adaptabilidad y resistencia a factores bióticos y abióticos adversos para atender los problemas y oportunidades actuales y potenciales en vista de los nuevos escenarios y las nuevas demandas en sistemas agro-sustentables y climáticamente inteligentes. El proyecto a lo largo de las diferentes carteras ha logrado avances genéticos en todas las cadenas, poniendo a disposición del sector agrícola, variedades con características favorables dentro de las cuales se destacan recientemente, el Maní con resistencia a Sclerotinia y alto oleico, la Yerba Mate de mayor uniformidad y productividad, Caña de Azúcar con elevada longevidad de cepa, resistencia a escaldadura y alto tonelaje. Asimismo, se avanzó en los primeros registros de cultivares de Quínoa y Mandioca. La continuidad de los PMG es vital para el desarrollo tecnológico del sector y la adecuación de los sistemas productivos a los nuevos desafíos que se presentan continuamente, dejando en evidencia la necesidad de contar con materiales genéticos de avanzada en las principales cadenas agroalimentarias. El fortalecimiento de capacidades instaladas en PMG brindarán respuestas en el corto, mediano y largo plazo a las demandas dinámicas del SAB. La interacción con equipos de extensión y vinculación será primordial para lograr una plena adopción por parte del sector productivo, aportando a la diversificación genética, productividad, sanidad, estabilidad y resiliencia de las cadenas. Asimismo, el uso de herramientas moleculares, ecofisiológicas y sanitarias, y los sistemas de teledetección entre otros, permitirán reducir costos y mejorar la eficiencia en PMG. Los objetivos específicos que se plantean son Obtener cultivares de CI genéricamente mejorados con alto potencial productivo; Construir las bases genéticas de premejora y ampliación de las bases genéticas para disponer de nuevos genes para los caracteres de interés; Desarrollar y aplicar nuevas técnicas de mejoramiento, con integración de diferentes disciplinas y Evaluar los parámetros productivos y de calidad tanto para las demandas agro-bio-industriales de los CI. Se esperan obtener como resultados el Fortalecimiento de capacidades instaladas en los PMG de los CI para brindar respuestas en el corto, mediano y largo plazo a las demandas dinámicas del SAB, buscando la adopción real del sector productivo, de los desarrollos obtenidos aportando a la diversificación genética, productividad, sanidad, estabilidad y resiliencia de las cadenas.
Descripción de Problemas y Oportunidades
En el INTA adoptamos –con un sentido amplio- la idea de que Cultivos Industriales (CI) son aquellos cuyo producto final no admite consumo directo o que su transformación industrial es mucho más provechosa, generando grandes infraestructuras y una actividad económica muy importante. (Bongiovanni y Giletta, 2012). Los Programas de Mejoramiento Genéticos (PMG) y el desarrollo de cultivares de INTA, tiene más de 40 años de trayectoria en Caña de azúcar, Yerba mate, Maní y Te. En Mandioca, Quínoa y Stevia se comenzó con pre-mejoramiento alrededor del año 2010 en los territorios del NOA y NEA, y entre 2013 y 2019 se avanzó en nuevos materiales pre-comerciales de Chía y Amaranto. El objetivo de la mejora es el desarrollo de ideotipos, es decir, “genotipos ideales a obtener para determinados ambientes” e integra en un cultivar la adaptación, mayor rendimiento y calidad tanto para usos agroindustriales tradicionales como nuevos. La caña de azúcar comenzó a mejorarse por hibridaciones interespecíficas con grandes logros en calidad y rendimiento. Actualmente el cv. LCP85-384 ocupa 80% de la superficie de cultivo, siendo una potencial vulnerabilidad por la homogeneidad genética en gran extensión. El procedimiento utilizado es “selección recurrente modificada”, que se utiliza en los programas de mejora del mundo. Esto permite la obtención de cultivares continua (Sopena et al, 2014, Mariotti y Collavino, 2015) y desarrollo de germoplasma con aptitudes diversas (alcohol o biomasa, Barbosa et al. 2013). La yerba mate es un cultivo del SO de Paraguay, S de Brasil y NEA de Argentina, con 4%, 34% y 62% de la producción mundial (Gunter et al. 2008). El Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM, 2014) informa que se producen alrededor de 691 mil toneladas anuales de hoja verde. En la EEA Cerro Azul se trabaja en mejoramiento genético y se aportan cultivares con altos potenciales de rendimiento. Actualmente, la mejora se focaliza en problemas sanitarios que afectan la producción ocasionando caída de hojas y disminución de la vida del árbol,y en aspectos de calidad para bajar contenido de mateína. El Maní es uno de los cultivos relevantes de Córdoba con 95% de la producción, también participan La Pampa, San Luis, Salta y Jujuy (Bolsa de cereales, Córdoba 2015); Argentina es primer exportador de Maní, exporta 80% como granos y productos manufacturados (Olivera, 2015). La mayoría de las variedades son altamente susceptibles al carbón. Algunas variedades presentan resistencia (Oddino et al., 2013) así como líneas de Maní de UN Río IV (Rago et al., 2016). Aunque INTA inscribió un cultivar resistente al carbón, el desarrollo de variedades con resistencia será una importante estrategia para la sostenibilidad del cultivo. La Stevia, crece en el subtrópico semihúmedo de América, con las temperaturas y radiación solar altas (Rojas Montoya, 2009). En el mejoramiento de Stevia importa el contenido de esteviol glicósidos que es fundamental por su potencial edulcorante. En Argentina comenzó su cultivo en Misiones y se extendió a Corrientes, Formosa, Salta, Jujuy y Tucumán en parcelas de agricultura familiar por la alta demanda de mano de obra. El INTA EEA Cerro Azul realiza a partir del año 2005, con cruzamientos dirigidos, selección de clones y ensayos en parcelas para evaluar producción y calidad. Respecto a Quínoa, INTA participa de la promoción del cultivo entre productores de diferentes regiones, con el objetivo de constituir un espacio de trabajo y fomentar el consumo, revalorizar el cultivo en relación a sus propiedades alimenticias y culturales, y mejorar el manejo agronómico (Golsberg et al, 2010). Se dispone de accesiones de Quínoa argentinas que se diferencian de otros orígenes (Costa Tártara et al, 2012), que requieren evaluación. En INTA se avanzó desde 2013 con selección participativa de materiales genéticos desde IPAF NOA; además, con la selección de genotipos a partir de poblaciones y posterior selección masal en diferentes EEAs. Para mandioca, en el año 1993 se realizó una colecta de 161 accesiones en Argentina. En el NEA existe una gran dispersión del germoplasma y no hay una denominación unívoca de clones ni evaluaciones de calidad de los mismos. El proceso de premejora comenzó con evaluaciones organizadas desde EEA Cerro Azul y EEAs del NEA. Los programas públicos de mejoramiento están alineados con la participación activa del Estado en las actividades de I+D+i.