Aportes en el diseño y aplicación de tecnologías para el incremento de la productividad y sostenibilidad de la cadena algodonera
Objetivo General
Diseñar, evaluar y aplicar tecnologías para incrementar la productividad y sostenibilidad de la cadena algodonera.
Resumen Ejecutivo
El cultivo de algodón en Argentina es un fiel representante de las economías regionales, el cual ha ido evolucionando y consolidando su producción desde los estratos primarios que involucran la investigación y el desarrollo, hasta los más avanzados, productos y servicios, completando todas las etapas de trasformación textil dentro del país. Si bien fue notable un cambio provechoso que marcó la organización de la cadena algodonera, hecho reflejado en una superficie de siembra consolidada, la oferta de nueva genética y de tecnologías asociadas, el avance y las mejoras logradas crearon nuevas demandas hacia quienes deciden el sentido de la innovación. Entre ellas pueden citarse la necesidad de contar con una mayor oferta varietal destinada a mitigar efectos adversos como los derivados de factores bióticos y abióticos tales como el incremento en la frecuencia de malezas de difícil control, plagas secundarias y cambios climáticos desfavorables, como así, alternativas de manejo adaptadas al ambiente y a la variedad considerada. A través de sus programas, convenios y proyectos, el INTA acompañó la progresión adquirida interviniendo de manera directa o indirecta en los desarrollos de vanguardia y hoy, cuenta con nuevos eventos biotecnológicos y alelos mutantes, como también con alternativas agroecológicas de implementación incipiente, capaces de abordar los desafíos demandados por los diferentes actores que componen la cadena algodonera. En particular, este proyecto pretende organizar las diferentes estrategias de intervención realizadas en mejoramiento genético, biotecnología, manejo del cultivo, protección vegetal y calidad de fibra, con un enfoque dirigido al desarrollo y a la difusión de líneas de algodón mejoradas en la cartera anterior; con la incorporación de los alelos mutantes y eventos transgénicos presentes en los nuevos materiales genéticos mejorados, como así con el uso de prácticas de manejo adecuadas a las situaciones específicas requeridas. Para lograrlo, se cuenta con personas capacitadas, de gran experiencia en las diferentes temáticas abordadas de investigación, extensión y difusión, con quienes se integra una amplia red de conocimiento interdisciplinar, multicultural y diversa, donde confluyen, además, el instrumental, los recursos y la maquinaria necesarios para la puesta en marcha tendiente a dar respuestas al sector algodonero, según los objetivos propuestos. Mediante el desarrollo de actividades específicas del proyecto se pretende afrontar el desafío de: incrementar los rendimientos promedio nacionales de algodón, atenuar los efectos adversos provocados por factores bióticos y abióticos y su impacto en el cultivo a través de la generación de nuevo germoplasma que se adapte a distintos ambientes, comprendiendo fácticamente los fenómenos asociados a dichos efectos y difundiendo las prácticas para su mejor aprovechamiento en el territorio considerado.
Descripción de Problemas y Oportunidades
Si bien las tasas de ganancia genética fueron disminuyendo en las últimas décadas, actualmente existe un mayor conocimiento de los germoplasmas disponibles y de las técnicas asociadas al mejoramiento de los cultivos para lograr incrementar el progreso genético. Existen evidencias que demuestran que la genética es el camino para adaptar el cultivo a nuevos ambientes de p roducción. En este sentido, Dai y col. (2020) detectaron loci en regiones genómicas especificas vinculadas a la adaptabilidad a diferentes ambientes de Gossypium hirsutum L. Estas características representan lo que se conoce como "variabilidad aún no explorada" presente en los bancos de germoplasma. Riaz y col, (2019) encontraron diversidad en genotipos de algodón para diferentes condiciones de oferta hídrica, destacando la interacción genotipo por ambiente. En nuestra región existen áreas de cultivo bajo riego y en secano dispuestas en diferentes latitudes. Por otro lado, la heterogeneidad de suelos representa otro factor a tener en cuenta en la selección de genotipos adaptados. Nuevas regiones productivas y otras tradicionales tienen limitantes que afrontar como lo es la salinidad de los suelos. Al respecto, Liu y col, (2022) caracterizaron la expresión de genes de la raíz para su adaptabilidad a sitios salinos, lo que demuestra la existencia de variabilidad para esta característica. Además de la interacción con los recursos y factores del ambiente, el cultivo enfrenta diversos estreses bióticos y abióticos. Al respecto, hay evidencia que manifiesta que a partir de la genética y el manejo se podría disminuir el efecto de restricción de estos factores. Tcach y Paytas, (2020) demostraron que el acortamiento de los entresurcos podría disminuir los efectos producidos por el estrés térmico en el cultivo y, por otro lado, Tcach y col (2021) detectaron evidencias de interacción entre la genética y el manejo de cultivo. Desde el punto de vista de la protección vegetal, los aportes de la tecnología son diversos y extensos. Un ejemplo destacado es la selección de plantas de algodón resistentes a enfermedad azul, a partir de la utilización de nuevas metodologías como la agroinfección, reportada por Casse y col. (2013). Otra adversidad de relevancia es la incidencia del picudo del algodonero, para la cual, los conocimientos en manejo y la posibilidad de utilizar eventos biotecnológicos como el descripto por Lewi y Vicien, (2020) aportaría soluciones sustentables para el control de esta plaga. En relación al manejo de malezas, recientemente el INTA logró incorporar a su programa de mejoramiento, líneas de algodón transgénicas con el gen PtDx. La portación de este gen permite realizar fertilización diferencial de fosforo a partir del uso de fosfitos, incrementando el crecimiento del cultivo y no de las malezas, (Pandella y col. 2018). Otra característica para desarrollar nuevas variedades es la tolerancia a imidazolinonas descripta por Tcach y col. (2022), obtenida por mutagénesis. La misma puede incorporarse por cruzamientos a otras líneas genéticas, obteniendo productos innovadores alternativos para el control de las malezas. Aunque se han realizado mejoras en biomasa total, distribución reproductiva y eficiencia de la captura de luz en las variedades modernas, las ganancias futuras en el rendimiento de la fibra y calidad requerirán el mantenimiento simultáneo del índice de cosecha mientras se producen plantas más grandes con más ramas fructíferas que capturen más radiación incidente con mayor eficiencia (Conaty y col., 2020). Scarpin y col. (2022) encontraron que la cantidad de fibra producida por semilla es una variable que correlaciona positivamente con el rendimiento. Adicionalmente, determinaron que el ambiente tiene un importante peso en la definición de la productividad justificando los conocimientos de las interacciones entre los genotipos y el ambiente con las practicas de manejo. El INTA dispone de un extenso banco de germoplasma, con 800 colecciones de algodón, un grupo de 25 líneas mejoradas desarrolladas en el proyecto anterior, eventos biotecnológicos desarrollados, alelos mutantes y el conocimiento para integrar todos estos factores y obtener nuevas variedades adaptadas a las necesidades del sistema productivo. Además, dispone de equipos multidisciplinarios ubicados en todo el país para evaluar prácticas de manejo y luego difundirlas en los diferentes sectores. Por todo lo expuesto, se plantea el siguiente proyecto estructural.