Integración, validación y optimización de herramientas para contribuir a la innovación y sostenibilidad de la protección vegetal
Objetivo General
Promover la innovación y sostenibilidad de la protección vegetal a través de la articulación de conocimientos y la validación de tecnologías de manejo de plagas, enfermedades y malezas, con criterios de integración técnica, económica y ambiental.
Resumen Ejecutivo
Los cultivos están sometidos a estreses bióticos causados por plagas (animales, vegetales o fitopatógenos), que provocan pérdidas a distintas escalas y dimensiones, en interacción con el ambiente. Esto aumenta la complejidad de los sistemas, requiriendo por tanto soluciones integrales de manejo. En Argentina se detectan brechas respecto al cabal cumplimiento de los preceptos del manejo integrado de plagas, principalmente por debilidades en el monitoreo, toma de decisiones y adopción de tecnologías. Otra falencia importante se da por la falta de integración de opciones de manejo en esquemas articulados y validados. El proyecto PD-I-075 busca promover la innovación y sostenibilidad en la protección vegetal, enfocándose en la generación de conocimientos, su articulación, y la validación de tecnologías de manejo de plagas, con criterios de integración técnica, económica y ambiental. Las actividades plantean la integración de herramientas disponibles en modelos de gestión sanitaria y la colaboración interdisciplinaria. Además, se propone generar y/o validar tecnologías detectadas como componentes críticos vacantes en el manejo de la sanidad vegetal. Para afrontar estos desafíos se cuenta con activos institucionales valiosos: instrumentos programáticos, recursos humanos formados presentes en los territorios, tecnologías desarrolladas y conocimientos generados. El abordaje general del proyecto tomará los principales cultivos intensivos y extensivos de la Argentina (cítricos, hortalizas, frutales, cereales y oleaginosas), atendiendo problemáticas nacionales, con impacto local y regional. La integración, validación y optimización de herramientas y conocimientos disponibles, como propuesta fundamental de este proyecto, permitirá aumentar y mejorar la oferta de soluciones para el manejo de plagas, enfermedades y malezas. Además, la formación de recursos humanos y la generación de nuevas redes de colaboración contribuirán a fortalecer las capacidades científico-técnicas de nuestra institución y otras, en el área de la protección vegetal. Se espera que los productos generados y los resultados obtenidos contribuyan al proceso de innovación, a través de la adopción por parte de los destinatarios y el aumento de los beneficios socio-económicos de la producción agrícola, como generadora de empleo y de productos saludables.
Descripción de Problemas y Oportunidades
El impacto económico de las plagas en los cultivos constituye una de las principales limitaciones de la producción [1]. Dichas pérdidas se incrementan por brechas respecto al cabal cumplimiento de los preceptos del manejo integrado de plagas (MIP), principalmente por debilidades en el monitoreo, toma de decisiones [8] y adopción. Otra falencia importante se da en la integración de las opciones de manejo en esquemas articulados, no sólo entre las pautas de abordaje de diferentes tipos de plagas sino con el manejo integral de los cultivos [9]. Algunos autores consideran el manejo de plagas como verdaderamente integrador cuando la investigación se centra en un rediseño completo de los sistemas de cultivo y promueve la biodiversidad en todas las escalas [10,11,12]. En la misma línea, otros autores [13,14] sugieren promover plantas cultivadas o silvestres, aportando biodiversidad en los agroecosistemas, con el fin de fortalecer no sólo la regulación de plagas, sino también estabilidad y otros servicios ecosistémicos. Al mismo tiempo, la interacción entre las plantas y sus plagas está fuertemente afectada por las condiciones ambientales. Por ello, es importante estudiar estos sistemas en el marco del cambio climático [15], abordando cada cultivo de una manera particular, a nivel local y/o regional, con una visión de sistema. Las consecuencias de la baja integración tecnológica, cohesión interna, dispersión comunicacional y escasa adopción del MIP expone al sistema a problemáticas tales como los riesgos vinculados al uso incorrecto de productos fitosanitarios y la resistencia de plagas. Actualmente, las malezas se destacan por su rápida evolución hacia poblaciones resistentes [16,17]. Asimismo, se han detectado fallas de control en diferentes cultivos transgénicos Bt [18,19,20] y disminución de la eficacia de control de algunos insecticidas y fungicidas, en un amplio rango de sistemas [21,22,23,24,25,26,27]. Esto evidencia la necesidad de ajustes de las herramientas de manejo actuales y/o enfoque de las mismas. Para abordar estas problemáticas, las estrategias de MIP basan sus acciones en el conocimiento de la dinámica poblacional de las plagas, su interacción con la fenología de los cultivos y la presencia de organismos benéficos, generando información útil para el diseño de métodos de diagnóstico certero [28, 29], monitoreo y control [30], como bases para el desarrollo de herramientas de modelización (ej: modelos de predicción) para la toma de decisión y la implementación de los umbrales de daño [31,32]. También se tiende a incorporar los bioinsumos y la sanidad controlada [33]. En igual sentido y con visión de sistema es relevante continuar el estudio del efecto de los cultivos de cobertura y su evidente aporte para mitigar algunas de las problemáticas, como malezas resistentes o tolerantes a herbicidas, reduciendo el número de aplicaciones y aplicando rotación de principios activos [34]. Adicionalmente, estos cultivos pueden influir en la dinámica de las principales enfermedades y/o plagas y en el control biológico por conservación [35,36,37,38,39]. La toma de decisiones es una secuencia ordenada de selección de insumos, servicios y procedimientos para provocar o evitar cambios en un sistema, conforme a un conjunto de objetivos, criterios y reglas, y puede definirse en distintas escalas espacio temporales. Es el núcleo de la solución de problemas o manejo de recursos naturales, cultivos, situaciones socioproductivas [40] y, específicamente, el MIP. Las acciones para la resolución de las diversas problemáticas a nivel operativo o táctico reactivo se enfrenta a dificultades respecto a qué producto fitosanitario seleccionar o condición/momento adecuado para su aplicación [41, 42]. Por todo esto es de vital importancia la articulación y/o adaptación de conocimientos y productos tecnológicos ya disponibles o el desarrollo de conocimientos específicos y nuevos productos vacantes, que permitan consolidar las estrategias de manejo [43,44]. La implementación de estos modelos se beneficia del uso de plataformas tecnológicas (software, plataformas web, apps, entre otras). Estos sistemas apuntan a mejorar los procesos de toma de decisiones, incluyendo conocimiento sistemático generado para el manejo integral de plagas [45]. Referencias bibliográficas: https://acortar.link/mZzG5n
