Herramientas, tecnologías y aplicaciones para la gestión sostenible de los recursos naturales y el ambiente en los territorios
Objetivo General
Contribuir al manejo de los sistemas de producción agropecuaria y a la gestión sostenible de los recursos naturales y el ambiente en los territorios, a través del desarrollo de herramientas, tecnologías y metodologías que aseguren la generación, disponibilidad y el acceso de datos e información de recursos naturales y clima
Resumen Ejecutivo
En un contexto de variabilidad y cambio climático y de creciente presión antropogénica sobre los recursos naturales, se evidencia como un problema la escasez de datos e información sistematizada basados en el conocimiento científico para la toma de decisiones. Las nuevas tecnologías (satélites de observación terrestre, sistemas de información geográfica, y plataformas de almacenamiento y procesamiento de datos) permiten obtener información en forma frecuente, precisa y georeferenciada sobre aspectos meteorológicos, de suelos, del tipo y estado de la vegetación, y de distribución de especies de la flora y fauna, y complementar los registros tradicionales (e.g. estaciones meteorológicas, relevamientos a campo). El proyecto se organiza en cuatro objetivos específicos para asegurar la generación, disponibilidad y el acceso de datos e información de suelos, clima, agua y seguimiento de la vegetación y la biodiversidad. El primero incluye la integración, estandarización y control de calidad de datos e información relacionada con los recursos naturales a nivel nacional, para lo cual se plantea mejorar y dar continuidad a series temporales y espaciales de variables relevadas, mejorar las bases de datos existentes y generar nuevas bases. Se pretende integrar información provista por RIST, por otras redes consolidadas no formales, por proyectos del INTA y por otras instituciones, así como generar nueva información en regiones o períodos de tiempo en que no se disponga y resulte prioritario. Esto incluye la realización de relevamientos de cultivos extensivos, el registro georeferenciado de flora y fauna, la realización de inventarios de suelo y la instalación de nuevos sensores de nivel de napa freática y humedad de suelo. Mediante el segundo objetivo, se establecerán protocolos de toma de datos y se desarrollarán diferentes metodologías y modelos de estimación de variables biofísicas. El tercer objetivo prevé revisar, actualizar y dar continuidad a los productos de síntesis que genera el CIRN y que son muy demandados en el SAAB, así como la generación de nuevos productos. El cuarto objetivo busca realizar mejoras en los sistemas de consulta de datos en línea, ya operativos en el CIRN, incrementando la capacidad de procesamiento y análisis, mejorando la accesibilidad mediante plataformas modernas a productos con mayor resolución espacial y temporal y con la posibilidad de vinculación entre diferentes temáticas. Se brindará mayor accesibilidad a estos sistemas de información mediante plataformas web interactivas y aplicaciones para celulares y tablets. Para estos desarrollos será necesario la tercerización de servicios de programación. Se espera así fortalecer al CIRN para el cumplimiento de su responsabilidad institucional en la generación e integración de datos primarios de recursos naturales y clima, y la elaboración de productos de síntesis de gran relevancia para el SAAB.
Descripción de Problemas y Oportunidades
Las nuevas tecnologías como la satelital, las plataformas de almacenamiento o el procesamiento de datos permiten obtener y compartir información en forma frecuente y espacialmente explícita sobre aspectos meteorológicos (e.g. temperatura de superficie, precipitaciones), suelo, tipo y estado de la vegetación, que complementan registros tradicionales (e.g. estaciones meteorológicas, inventarios de suelos). El incremento en la capacidad de cómputo, a través del uso de clusters de procesamiento o la utilización de sistemas en la nube, mejora la disponibilidad de información y su análisis, permitiendo la observación de las variables mediante sistemas de visualización en forma georeferenciada de múltiples capas en simultáneo. La proliferación del uso de celulares inteligentes y tablets agiliza también el acceso a la información. A su vez, la información obtenida a campo es un complemento indispensable de la información satelital. Los datos de terreno representan las mediciones realizadas en sitios específicos e incluyen registros de parámetros recolectados por sensores, sondas, sistemas aerotransportados, o personas humanas (GEOSS, 2016). Son esenciales para la generación de productos satelitales, su calibración y validación (Copernicus in situ Component, 2018). La falta de información de terreno puede resultar en productos de baja calidad, con inconsistencias y que no superen una validación. La disponibilidad de imágenes satelitales a lo largo de todo el territorio y de manera periódica, permite estudiar el estado y la estacionalidad de la vegetación, a través de índices espectrales (Paruelo et. al 2008, Di Bella et 2000, Di Bella et al 2019). Estos índices también resultan útiles para el seguimiento de eventos extremos como los incendios (Fischer et al 2015, Di Bella et al 2006), las inundaciones (Di Bella et al 2008, Beget et al 2013), para cartografiar las heladas (Di Bella et al 1997, Straschnoy et al 2006), estimar la intensidad de la radiación solar (Ceballos et al. 2022), estimar la productividad neta de áreas agrícolas (Marconato et al. 2022), el área cubierta por nieve (Aumassanne et al 2022) o el seguimiento de cambios en las coberturas y uso del suelo. Las bases de datos de biodiversidad ayudan a describir nuevas especies, armar listas de verificación y determinar áreas de riqueza; a nivel global necesitan mejorar la calidad informativa, completar áreas o períodos de vacancia y revisar la taxonomía (Ball-Damerow et al, 2021). Se destaca la iniciativa GBIF con 1.08 billones de registros (GBIF, 2019). En plantas e invertebrados, colecciones, inventarios y revisiones aportan información primaria de valor, así como avistamientos en mamíferos y aves. La Flora del Cono Sur, Flora Argentina (Zuloaga & Belgrano, 2005) y recientes estudios de endemismos (Salariato et al, 2021, Morales et al, 2019) aportaron datos relevantes sobre la flora del país. En cuanto a fauna, INTA realizó un monitoreo de aves en la zona central agrícola argentina abarcando 5 provincias durante 12 años (Gavier-Pizarro et al, 2012, González et al, 2014, Goijman et al, 2015, Goijman et al, 2020 ). También se masificó el uso de datos de secuencias genéticas y moléculas, que resolverán desafíos globales (identificación de taxones con genes de características agronómicas ventajosas), pero su accesibilidad legal está irresuelta (William et al, 2020) y requieren integrarse con datos de colecciones (Cowell et al, 2021). En la actualidad muchos países han desarrollado sistemas nacionales de bases de datos de perfiles de suelos, con el doble objetivo de su preservación y de construir nuevos mapas a partir de perfiles existentes con nuevas metodologías de mapeo. A nivel regional, Brasil dispone de un sistema muy completo (https://www.sisolos.cnptia.embrapa.br/), y otros países están desarrollando sus propias plataformas. El Sistema de Información de Suelos de Latinoamérica (SISLAC) (http://54.229.242.119/sislac/en) es una iniciativa regional impulsada y financiada por la Alianza Mundial por el Suelo (FAO) e implementada en alianza estratégica entre CIAT, EMBRAPA, INTA y otras instituciones latinoamericanas, que reúne la información de más de 49000 perfiles de suelo. A nivel mundial, SOTER es una iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el ISRIC, bajo los auspicios de la Sociedad Internacional de Ciencia del Suelo.