Generación de conocimientos, tecnologías e innovaciones para una fruticultura sostenible adaptadas al riesgo ambiental y a la mecanización

Código:
2023-PE-L01-I105
Impacto:
Económico
Plazo:
48 Meses
Instrumento:
Proyecto estructural (Cartera 2023)
Título:
Generación de conocimientos, tecnologías e innovaciones para una fruticultura sostenible adaptadas al riesgo ambiental y a la mecanización
Centro o programa involucrado:
Frutales

Objetivo General

Este Proyecto apunta a mejorar la competitividad de la fruticultura argentina poniendo foco en el desarrollo de herramientas y metodologías para incrementar la sostenibilidad y productividad de los sistemas frutícolas con especial énfasis en la introducción de tecnologías de fruticultura de precisión y sistemas mecanizables de alta productividad

Resumen Ejecutivo

La megacadena frutícola argentina se desarrolla en distintas regiones y ambientes muy diversos e incluye un significativo número de especies (vid, frutales carozo y de pepita, olivo, citricos, frutos secos, tropicales, frutas finas y otras). El proyecto identifica tres pilares necesarios para reducir los costos de producción, incrementar la sostenibilidad ambiental y la rentabilidad de la actividad. Los pilares son el material vegetal, la tecnología de cultivos enfocadas en la mecanización y mitigación/adaptación al cambio climático y la transferencia y capacitación de los distintos actores de las cadenas frutícolas. Los ejes de trabajo surgieron de identificar como principales problemas de la fruticultura nacional: baja adopción de tecnologías; lenta reconversión hacia modelos frutícolas sostenibles y mecanizables; escasa reconversión varietal; insuficiente material genético y de propagación disponible; baja calidad de plantas de vivero; baja disponibilidad de mano de obra; efectos negativos del cambio climático. Por otra parte, se identifican las siguientes oportunidades: avance de la biotecnología aplicada al mejoramiento genético; una tendencia creciente hacia la mecanización, avances en la robotización y digitalización (tecnología 4.0), demanda de manejos con bajo impacto ambiental. Para dar una respuesta integral a las necesidades del sistema frutícola, el objetivo general del proyecto propone “Mejorar la competitividad de la fruticultura argentina poniendo foco en el desarrollo de herramientas y metodologías para incrementar la sostenibilidad y productividad de los sistemas frutícolas con especial énfasis en la introducción de tecnologías de fruticultura de precisión y sistemas mecanizables de alta productividad”. Se plantean cuatro objetivos específicos orientados a Introducir; obtener; evaluar y difundir materiales genéticos mejorados, evaluar y desarrollar tecnologías de mecanización, mitigación y adaptación al cambio climático y articular y capacitar equipos de trabajo. Con el desarrollo del proyecto se obtendrán como productos la introducción, obtención y evaluación de variedades y portainjertos que contribuirán a ampliar el panorama varietal disponible con materiales certificados, adaptados a los ambientes y a los requerimientos del mercado. Conocimiento y adecuación de las tecnologías de manejo que faciliten la mecanización y adaptación al cambio climático en diferentes especies frutales, incluyendo tecnologías de manejo y diseño de las plantaciones, herramientas de agricultura de precisión y metodologías de estimación de huellas ambientales. Entre las acciones del proyecto, se incluye un fuerte componente de capacitación de productores, fortalecimiento de las capacidades inter e intra institucionales y la formación de los recursos humanos intervinientes en el proyecto que mejoren el abordaje de los objetivos planteados.

Descripción de Problemas y Oportunidades

La producción de fruta, ya sea dulce o de frutos secos, se basa en tres pilares fundamentales. El primero lo constituye el material vegetal, incluyendo variedades y portainjertos. El segundo, la elección del sistema de conducción más adecuado para las condiciones edafo-climáticas y para cada combinación específica variedad/pie. El tercer pilar lo constituye la tecnología de producción que incluye a los viveristas para la producción de plantas de calidad, a los productores y a la tecnología de producción (riego, fertilización, tratamientos, recolección, etc.). La tecnología en su conjunto deberá estar dirigida a un uso eficiente de los recursos en el proceso productivo lo que se traduce en un menor costo de producción, una mayor sostenibilidad ambiental y de la rentabilidad de la actividad. La innovación tecnológica se basa fundamentalmente en los avances en la mecanización, la sensórica o la monitorización y, eventualmente, en la evolución de la robótica. El progreso de la mejora genética en portainjertos y variedades con la innovación en la tecnología de producción son claves en el camino hacia la eficiencia en el uso de recursos y la intensificación sostenible. La disponibilidad de alternativas (portainjertos y variedades) de alta calidad genética y sanitaria, unida a su adecuada adaptación a zonas de cultivo diversas, constituye un punto de partida relevante para una innovación eficiente en fruticultura. Las mejores variedades contribuirían al afianzamiento de una producción cada vez más sostenible ambientalmente mediante la incorporación de resistencias a plagas y enfermedades y, también, por una mejor adecuación a las exigencias de los consumidores, y al cambio climático. En este último aspecto, en las principales áreas de Argentina, ocupadas por las principales cadenas frutícolas, se espera un aumento de la temperatura entre 1,5 y 3,5 *C dependiendo del escenario hacia fin de siglo. Un aumento de temperatura durante el ciclo de crecimiento produce adelanto en la fenología, cambios en el tamaño, en la composición química, calidad de la fruta y del producto final. Lo mencionado produce una disminución en el contenido de polifenoles, mayor acumulación de azúcares y menor acidez en vid, reducción en la síntesis y calidad de aceite en olivo, daños por asoleado en frutales de pepita, carozo, nogales, entre otros. Por otro lado, cambios en los patrones de precipitaciones conducen a mayores riesgos de estrés hídrico y salino afectando negativamente al crecimiento vegetativo, el rendimiento y la eficiencia en el uso del agua. En portainjertos, la mayor sostenibilidad vendrá por su mejor comportamiento en condiciones edáficas específicas, con diferentes pH, salinidad, sequía o encharcamiento, eficiencia en el uso del agua, capacidad de control del vigor y volumen del árbol, alta eficiencia productiva e incorporación de resistencias a enfermedades y plagas (replantación, enfermedades del suelo, nematodos, pulgón lanígero, etc.). La fruticultura moderna apunta a lograr que las técnicas de manejo de canopia puedan realizarse a pie, con la mínima asistencia de escaleras de bajo porte, o bien con mecanización completa o asistida. Para ello, es necesario reducir el tamaño de las plantas. Las estrategias para reducir el tamaño de la planta son el uso de portainjertos que controlan el vigor, la restricción hídrica y en menor medida, el uso de reguladores del crecimiento. Estas técnicas no son aplicables a todas las especies. Al presente no se encuentran disponibles portainjertos reductores del vigor en especies como olivo, nogales, peral y el duraznero. Además, la restricción hídrica puede traer problemas en la calidad de la fruta y no ser aplicable en especies muy sensibles como el nogal. En el olivo, cuando las aceitunas son destinadas para aceite, se han producido cambios más evidentes en el sistema de plantación y manejo, pasando a sistemas intensivos o superintensivos con formaciones en setos que facilitan la mecanización continua de la poda y la cosecha.

Sede del proyecto
Sede de ejecución de productos
Sobre nuestros proyectos