Fortalecimiento de entramados agroalimentarios de la agricultura familiar con enfoque territorial
Objetivo General
Contribuir al desarrollo de los territorios fortaleciendo la integración y vinculación de los actores que conforman los entramados agroalimentarios de San Luis-La Pampa en el marco de la agricultura familiar
Resumen Ejecutivo
El proyecto dependiente del Centro Regional La Pampa – San Luis ocupará el territorio de ambas provincias integrando a los agentes y grupos de trabajo de las Estaciones Experimentales de Anguil y San Luis junto con sus Unidades de Extensión. Su propósito es contribuir a fortalecer el entramado agroalimentario de la agricultura familiar a través de la implementación de acciones con enfoque territorial dirigidas a superar los problemas relacionados con las dinámicas y conflictos urbano-rurales, los procesos de innovación tecnológica para la agricultura familiar y sus dificultades para acceder a los circuitos de comercialización formal, los desafíos que plantea la transición agroecológica, y la falta de espacios para visibilizar la cuestión género y juventud en la agricultura. Se proponen como objetivos específicos: i) promover procesos de innovaciones tecnológicas para brindar soluciones específicas a las problemáticas de los entramados agroalimentarios de la agricultura familiar; ii) aportar al fortalecimiento de los diversos procesos organizacionales del territorio para favorecer la mejora en las condiciones socio-productivas con perspectiva de género, intercultural e intergeneracional; iii) fortalecer las capacidades y competencias de gestión de los actores involucrados en el proyecto, para el abordaje de la complejidad de los procesos. Como resultados se generarán conocimientos validados en el territorio para la transición agroecológica, innovaciones tecnológicas disponibles y apropiadas para las producciones pecuarias (avícola, porcina, ovina, caprina, apícola) y para producciones agrícolas no tradicionales y diversificadas (frutihortícolas, aromáticas entre otras). Además, se lograrán mejoras en las dinámicas socio organizativas que dinamizan los canales cortos de comercialización y los procesos de construcción de identidad territorial y valor agregado integral. Y progresos en los conocimientos sobre las potencialidades y limitaciones de los entramados agroalimentarios proponiéndose también adelantos en las herramientas, instrumentos y enfoques vinculados a la comunicación, la perspectiva de género, la intercultural e intergeneracional, fortaleciéndose las capacidades territoriales. Metodológicamente se apunta a un abordaje participativo, interdisciplinario y multidimensional para la construcción de una red deslocalizada geográficamente que permita la integración de los cinco componentes estratégicos institucionales, aunque tendrá un fuerte énfasis en actividades de extensión y desarrollo rural. Esta estrategia organizativa propone una estructura reticular que abarque diferentes unidades del INTA junto con otros actores del territorio (instituciones nacionales, provinciales, municipales, instituciones educativas de todos los niveles, asociaciones, cooperativas entre otras organizaciones territoriales. Se estructurarán módulos temáticos y grupos de trabajo para un eficiente aprovechamiento de los recursos y gobernanza del proyecto.
Descripción de Problemas y Oportunidades
El concepto de desarrollo territorial evolucionó al considerar al territorio como el resultado de una construcción social e implementado por los actores del territorio que apuntan a la generación de capacidades locales para aprovechar los recursos propios y movilizarlos hacia la satisfacción de las necesidades y los problemas de la comunidad, surgiendo así el Programa Nacional de Apoyo al Desarrollo de los Territorios (PNADT. INTA, 2006), el cual tuvo como finalidad “Apoyar el desarrollo de las competencias de los actores del Sistema Agroalimentario, fortalecer las capacidades del INTA para la gestión de las estrategias de intervención en los territorios, fomentar la creación de empleo y el aumento de la equidad social para mejorar la calidad de vida de los habitantes de una comunidad, a partir del fortalecimiento del capital social y del sistema económico productivo del territorio”. La noción de entramado o trama productiva implica la concentración de actividades económicas afines que se relacionan en modo de red en la búsqueda de mejorar la competencia individual y colectiva. Los efectos se encuentran estrechamente ligados al anclaje territorial y a los distintos elementos económicos y extraeconómicos (culturales y políticos) que de ello devienen (Schaigorodsky y Roitman, 2014). Otro aporte conceptual central para este proyecto es la definición de su población objetivo. Se entiende por Agricultura Familiar un tipo de producción donde la unidad doméstica y la unidad productiva están físicamente integradas, de tal modo que la familia aporta la fracción predominante de la fuerza de trabajo utilizada en la unidad productiva y la producción se dirige tanto al autoconsumo como al mercado. Siguiendo la definición del Foro Nacional de Agricultura Familiar (FoNAF), la Agricultura Familiar es una forma de vida y una cuestión cultural que tiene como principal objetivo la “reproducción social de la familia en condiciones dignas”. La gestión de la unidad productiva y las inversiones realizadas en ella es hecha por individuos que mantienen entre sí lazos de familia, la mayor parte del trabajo es aportada por los miembros de la familia, la propiedad de los medios de producción (aunque no siempre la tierra) pertenece a la familia, y es en su interior que se realiza la trasmisión de valores, prácticas y experiencias (Ramilo, 2013). La Ley N° 27.118, promulgada en diciembre de 2014, declara de interés público la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena y crea el régimen de reparación histórica de la AF. En el marco de la agricultura familiar, acordamos con una definición y con el enfoque de la innovación, entendiéndola como un proceso socio-técnico de cambio continúo en las formas de producción, comercialización u organización, y que implica conocimiento científico y empírico que involucran las tradiciones, la cultura, la historia y las tramas sociales e institucionales en un determinado territorio (Cittadini, 2015). A partir de esta definición la tarea de extensión (tanto de extensionistas como de investigadores) cobras significativas características, tal como la tarea de la construcción social del conocimiento. Esto significa que se debe tener en cuenta y entender la realidad del productor desde su perspectiva, aceptarlos como sujeto, con sus intereses, motivaciones y saberes distintos al del profesional que cumple el rol de extensionista (Pinto Contreras, 2000). Otro término compuesto que se desarrolla en el proyecto y que merece su especificación es "agregado de valor". El agregado de valor suele relacionarse con el aumento de la cotización de un producto determinado (o servicio). El concepto como agregado de valor en origen, se lo asocia al aumento del valor de los productos ofrecidos por un territorio. Esta asociación reduce el concepto de desarrollo territorial ya que lo asimila al crecimiento económico (aumento de los indicadores económicos) a partir de agregar valor económico a un producto y supone una distribución justa entre los actores locales. Y a la vez se pone énfasis en los objetos y no en las personas que realizan el agregado de valor. Por tal razón y basados en el enfoque de Sistemas Agroalimentarios Localizados (SIAL), consideramos más apropiado hablar del concepto de valorización integral aplicado a recursos y activos territoriales. Este concepto, permite abarcar no solo los aspectos técnicos y económicos, sino también sociales, culturales, patrimoniales y medioambientales (Champredone et al. 2016).