Aporte al estudio y gestión del recurso hídrico en áreas rurales y periurbanas del Noroeste Argentino

Código:
2023-PE-L03-I054
Impacto:
Ambiental
Plazo:
48 Meses
Instrumento:
Proyecto estructural (Cartera 2023)
Título:
Aporte al estudio y gestión del recurso hídrico en áreas rurales y periurbanas del Noroeste Argentino
Centro o programa involucrado:
Centro Regional Catamarca-La Rioja

Objetivo General

Contribuir al estudio y gestión de los recursos hídricos en áreas rurales y periurbanas del Noroeste Argentino

Resumen Ejecutivo

En el ámbito del Noroeste Argentino (NOA) se advierten dificultades en el acceso al agua y conflictos por su uso y gestión. En los Centros Regionales de INTA e instituciones del territorio NOA se evidencia el potencial de recursos humanos e infraestructura para “contribuir al estudio y gestión de los recursos hídricos en áreas rurales y periurbanas del NOA”, siendo este el objetivo del proyecto. Para lograrlo se requiere de tecnologías que mejoren la eficiencia del uso del agua en agricultura ya que existe una oferta limitada ante una demanda creciente en un contexto de cambio climático. El acceso al agua para usos múltiples es una necesidad todavía por resolver en la agricultura familiar a partir de tecnología que se adapte a los diferentes y rigurosos ambientes del territorio. En adición, a fin de conocer el estado, evolución y explotación del recurso resulta relevante efectuar el abordaje a escala de cuenca y generar las alertas a productores, comunidad en general y tomadores de decisión. Son objetivos de este proyecto: desarrollar, experimentar y transferir tecnologías duras y blandas (organizacionales y de gestión) que contribuyan a incrementar la eficiencia hídrica en la agricultura de secano e irrigada; generar, validar y transferir tecnologías de acceso al agua para usos múltiples para la agricultura familiar en diferentes ambientes; analizar comparativamente con líneas de base disponibles la evolución climática, hidrológica e hidrogeológica en cuencas piloto bajo procesos de explotación intensiva y degradación ambiental; y fortalecer recursos humanos intra y extra INTA formales (grado y posgrado) e informales a partir de trabajos colaborativos institucionales e interinstitucionales con otros organismos de ciencia y técnica. Para la concreción de los objetivos se utilizarán metodologías de abordaje validadas para generar diagnósticos y acciones de intervención, aunque se pretende avanzar cuando la necesidad lo amerite, en el desarrollo de nuevas metodologías y abordajes conceptuales. El proyecto pretende como resultados: 1) Tecnologías para el uso de los recursos hídricos en agricultura que mejoran la eficiencia a distintas escalas; 2) Tecnologías de acceso al agua para usos múltiples desarrolladas y adoptadas por la agricultura familiar y comunidades que mejoran la cantidad, calidad y disponibilidad de agua; 3) Conocimientos sobre la situación hídrica a escala cuencas piloto que sensibilizan a comunidades rurales, profesionales, técnicos y tomadores de decisiones 4) Recursos humanos de INTA y extrainta (docentes, técnicos, productores y comunidad en general) capacitados en temáticas hídricas abordadas en el marco del Proyecto. El proyecto se organizará a través de una coordinación y un equipo de gestión, a su vez que en cada unidad de INTA se formarán equipos de trabajos entre técnicos de investigación, extensión y comunicación para el abordaje conjunto de las tareas en el territorio.

Descripción de Problemas y Oportunidades

En la actualidad, la gestión del agua en fincas va desde condiciones de secano hasta manejos exclusivamente bajo riego. Entre los extremos, existe un abanico de opciones que incluyen por ejemplo el riego suplementario en todo o parte del campo, prácticas de conservación para almacenar agua en el suelo (Molden, 2007). El diagnóstico y caracterización de los recursos hídricos para riego en el país han sido relevados para evaluar el potencial de ampliación y desarrollo del riego en la Argentina (FAO, 2015). Para el riego, al igual que en la agricultura de secano, resulta fundamental estimar la evapotranspiración de cultivos siguiendo la metodología propuesta por FAO56 (Allen et al., 1998), utilizando modelos como CROPWAT (Smith, 1992), AQUACROP (Steduto et al., 2012) o a partir de teledetección con sensores remotos (satélites, UAVs y aeronaves) (Bastiaanssen et al.,2001; Allen et al., 2007; González-Dugo & Mateos, 2008; Er-Raki et al., 2010; Al Zayed et al., 2016; French et al., 2018; Ayyad et al., 2019; Salgado & Mateos, 2022). Sin embargo, para cuantificar esos consumos con confiabilidad y exactitud a diferentes escalas es fundamental conocer el tipo de cultivos y sus adaptaciones a diferentes condiciones de suelo y agua (Prieto et al., 2010; Salgado, 2011; Demin & Aguilera, 2012; García-Vila & Fereres, 2012; Angella et al., 2016; Cornacchione & Prieto Angueira, 2021; Diez & Acreche, 2019) y la evaluación del desempeño de los diferentes métodos de riego y de la gestión de los sistemas de riego –evaluando el tipo de gestión de manera periódica y comparándolos con otros sistemas– es clave para identificar los problemas y generar estrategias que resulten en una mejora de la calidad del riego y el aprovechamiento del agua (Prieto, 2006; Angella et al., 2011; Domínguez et al., 2012; Ledesma, 2012; O'Shaughnessy et al., 2012; Angella & Salgado, 2013; Gonzalez Aubone et al., 2014; Salinas et al., 2016; Salgado et al., 2021). En el NOA el acceso al agua para usos múltiples es otra línea de gran relevancia ya que se encuentra a nivel nacional en condiciones sociales “desfavorables” respecto a hogares registrados con acceso seguro al agua para agua potable y para usos múltiples (INDEC, 2010). En las áreas y comunidades rurales el acceso al agua y saneamiento la situación es usualmente deficitaria y se agrava en comparación con las áreas urbanas (JMP, 2015). El acceso al agua (cantidad, calidad y estacionalidad) constituye una problemática “estructural” independiente de las fuentes y tecnologías utilizadas para acceder a la misma. En general, la captación (domiciliaria, predial y comunitaria), la distribución, la conducción y el almacenamiento resultan deficientes. Respecto de la calidad del agua, en algunas regiones del NOA, representa una limitación adicional ya que se observa un importante contenido de sales y de elementos como arsénico, flúor y boro, asociados a la actividad volcánica y a la presencia de evaporitas que restringen su uso para ciertas actividades (Pérez-Carrera y Cirelli, 2010). Más allá de la calidad físico-química y bacteriológicas deficientes, se advierte la baja o nula implementación de tratamientos de potabilización en las comunidades rurales. Una tecnología estratégica es la siembra y cosecha de agua de lluvia para el consumo humano, la ganadería y huertas familiares. Conocer el funcionamiento y las interacciones del ciclo del agua es fundamental para la sostenibilidad de este recurso a nivel de cuenca (GWP, 2009). Considerando que alrededor del 95 % del agua se utiliza en la agricultura, resulta fundamental analizar y comprender la respuesta del ciclo hidrológico en esta escala ante el uso intensivo y en especial ante un contexto de cambio climático que advierte para el NOA un aumento de la temperatura y mayor demanda hídrica de los cultivos (IPCC, 2021). Las estrategias de manejo del agua pueden ser evaluadas de manera integrada y soportarse conceptual y técnicamente en función del estado de situación y evolución de los recursos hídricos desde una mirada de cuenca, de sistema de riego o usuario final donde la compilación de datos y su interpretación actual y líneas de base son fundamentales para analizar el pasado, comprender el presente y avizorar prospectivamente el futuro de los territorios.

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