Fertilidad química, física y biológica del suelo: estrategias para mitigar y restaurar procesos de degradación

Código:
2023-PD-L03-I093
Impacto:
Ambiental
Plazo:
48 Meses
Instrumento:
Proyecto disciplinario (Cartera 2023)
Título:
Fertilidad química, física y biológica del suelo: estrategias para mitigar y restaurar procesos de degradación
Centro o programa involucrado:
Recursos Naturales y Gestión Ambiental

Objetivo General

Contribuir con la generación de información y la identificación de acciones orientadas a mejorar la salud y gestión sostenible del suelo.

Resumen Ejecutivo

El proyecto plantea generar conocimiento sobre el estado de salud del suelo y estrategias tendientes a la mitigación/restauración de la misma, evaluada a partir de los tres pilares de la fertilidad, física, química y biológica, desde un enfoque sistémico, con una mirada interdisciplinaria. Se monitorearán los cambios que el uso/manejo del suelo determina sobre la fertilidad edáfica, entendida como la capacidad que tiene el suelo para proveer nutrientes esenciales para el crecimiento de las plantas, albergar una diversa y activa comunidad biótica y evidenciar una estructura como matriz de los diferentes procesos edáficos. Con este enfoque, se analizará la implementación de estrategias productivas conservacionistas, sustentables e innovadoras: i) manejos agrícolas, diversificación de agroecosistemas, siembra directa, intensificación ecológica, transición agroecológica, fertilización inorgánica, recuperación de suelos salinos-sódicos y bajo acidificación y suelos con/sin sistematización para control de erosión hídrica; ii) manejos ganaderos según diferente carga animal en pastizales naturales, sistemas agrícolas, silvopastoriles; iii) manejo de bosques para producción de madera. Para evaluar los efectos de estas prácticas se generarán indicadores de salud del suelo, con valores de referencia y rangos de variación, sistematizándose la información mediante índices de salud edáfica, mapas de nutrientes, salinidad y biodiversidad. Esto permitirá generar repositorios de datos que podrán analizarse de manera integral y permanecer disponibles para su reutilización, facilitando el diagnóstico del estado de los suelos y monitoreo de seguimiento permanente de propiedades. Se validarán estrategias de manejo tendientes a mitigar/restaurar las condiciones degradatorias del suelo. El proyecto llevará a cabo actividades distribuidas en 13 provincias y 21 grupos de trabajo. Mediante la implementación de los cinco componentes estratégicos institucionales, se trabajará fomentando su integración, articulando capacidades entre PD y PE, PL, redes y plataformas, mediante gestión participativa entre actores territoriales, compartiendo sitios de estudio, participantes, muestras, metodologías de trabajo. Se validarán protocolos que serán unificados, tomando como línea de base los ajustados durante la cartera anterior. Los resultados serán co-generados entre investigadores, productores, extensionistas, involucrados a través de convenios/acuerdos y redes de trabajo, según una gestión participativa, complementando capacidades para mayor aprovechamiento de los recursos. Se contemplarán instancias de formación de RRHH, priorizadas en el proyecto, junto con actividades de comunicación estratégica, a través de espacios de capacitación intra e interinstitucionales. Este proyecto contribuirá a desarrollar acciones certeras para minimizar y/o restaurar la degradación edáfica con un enfoque orientado hacia la biología de suelos como soporte para la conservación del recurso.

Descripción de Problemas y Oportunidades

La fertilidad edáfica tiene un gran número de definiciones, como se menciona en Bünemann et al. (2018). En esta propuesta se tomará la definición establecida por Mäeder et al. (2002), que define un suelo fértil como aquel que provee nutrientes esenciales para el crecimiento de las plantas, alberga una diversa y activa comunidad biótica y evidencia además una estructura como matriz de los diferentes procesos. Entre todas las definiciones, ésta última considera explícitamente las propiedades químicas, físicas y biológicas, brindando soporte al sistema para que permanezca diverso y productivo de manera indefinida, implementando así el concepto de sustentabilidad de acuerdo a la teoría de Ecología (Pantani et al., 2022). La fertilidad del suelo es una característica que puede considerarse el resultado de varios procesos y factores, que no pueden extenderse y generalizarse a todos los sistemas y especies vegetales. Justamente la fertilidad es un aspecto multifactorial en la gestión de los ecosistemas, tanto en términos de la amplia gama de propiedades que la definen como de los impulsores del cambio en el uso del suelo. Entre esos impulsores, el manejo del suelo puede tener un impacto definitivo en la fertilidad del mismo. Revertir la degradación de los suelos se encuentra íntimamente relacionado con promover su funcionamiento biológico (Lehman et al., 2015). Algunas de las funciones clave relacionadas con la biota del suelo involucran el ciclado y provisión de nutrientes, y la formación de agregados estables que reduce el riesgo de erosión (Mendez and Buschiazzo, 2010) e incrementa la infiltración de agua. Por lo tanto, recuperar la capacidad productiva de los suelos involucra aspectos de la calidad biológica como de su calidad física y química. Para ello deben implementarse estrategias de manejo tendientes a aumentar la cubierta vegetal y la materia orgánica de los suelos, mejorar la infiltración y retención de humedad, reducir la contaminación, etc. Para evaluar el efecto que tienen estas prácticas sobre el suelo, se han enumerado varios criterios conceptuales y prácticos, relacionados con indicadores de salud del suelo. Como condición conceptual, el indicador elegido debe estar relacionado con una función dada del suelo, o bien integrar las propiedades químicas, físicas y biológicas del suelo. De los criterios prácticos se menciona la facilidad de muestreo y medición, confiabilidad y costo, como también sensibilidad a los cambios en la gestión o el uso del suelo, contar con datos similares disponibles para la comparación, o facilidad de interpretación. Es importante, además, seleccionar indicadores que puedan usarse para estimar otras propiedades del suelo más difíciles de medir directamente. Identificar las funciones del suelo que se desean representar es clave al momento de seleccionar variables indicadoras (Andrews y Carroll, 2001). Para sistematizar la información obtenida a partir de los indicadores, pueden emplearse índices de salud del suelo, como también elaborar mapas de nutrientes, de salinidad, de biodiversidad, entre otros. Estos repositorios de datos permiten, no solo el análisis integral de la información, sino también su disponibilidad para su reutilización en contextos ajenos al de surgimiento, tanto geográficos como disciplinares (Indart et al., 2021). Este proyecto se plantea desde un marco teórico que cambia y/o amplía el paradigma de análisis del funcionamiento de la relación suelo-planta, mediante el empleo de una mirada holística del sistema, en el que la biota edáfica resulta clave en los procesos de mitigación/restauración de la salud del suelo. Con bases teóricas sobre las cuales se interpreta la fertilidad de los suelos y el funcionamiento del sistema de producción, nos basaremos en la determinación de los 3 pilares de la fertilidad, algo que no siempre se contempla en evaluaciones de calidad y salud de suelo. Así, el conocimiento de la biodiversidad que habita en el suelo en interrelación con variables físicas y químicas es posible no solamente a través de la realización de diagnósticos, sino también mediante el monitoreo de procesos. Comprender cómo las propiedades del suelo se ven alteradas por el efecto antrópico y las condiciones ambientales y cómo se recuperan después del disturbio mejorará la capacidad para evaluar las propiedades del suelo y puede ayudar a determinar el momento y el lugar apropiados para ciertas intervenciones para acelerar los procesos de restauración del suelo.

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