Monitoreo, Manejo y Restauración de los Recursos Naturales de Patagonia Sur
Objetivo General
Fortalecer el desarrollo de tecnologías de manejo, sistemas de monitoreo de largo plazo y técnicas de restauración, que permitan mejorar los servicios ecosistémicos de los ambientes patagónicos.
Resumen Ejecutivo
Para la región patagónica se proyecta en las próximas décadas un aumento en la temperatura, disminución de las precipitaciones e incremento en su variabilidad, que tendrán un fuerte impacto sobre los todos los sistemas productivos. Los pastizales naturales de ambientes áridos son sistemas frágiles a pesar de su aparente rusticidad. La baja cubierta vegetal, el lento crecimiento de las especies vegetales y suelos pobres y pocos profundos favorecen los procesos erosivos e impiden la recuperación natural. Históricamente el uso inadecuado junto a condiciones ambientales desfavorables desencadenaron procesos de degradación a gran escala con la consecuente pérdida de funciones ecosistémicas, que se observa aún en la actualidad. Los ambientes más húmedos como los bosques, mallines y el ecotono fueguino, presentan otros problemas de degradación asociados a la deforestación, presencia de murtillares, leñosas, salinización, compactación del suelo, invasión de especies exóticas, etc. Para estos ambientes es necesario desarrollar sistemas de monitoreo a largo plazo, fortalecer los existentes, estudiar e implementar manejos que permitan mitigar o frenar el avance de estas problemáticas o aplicar técnicas de remediación. Otras actividades desarrolladas sobre la región, como la minería y la industria petrolera, generan impactos puntuales que requieren de acciones de mitigación y restauración activa, así como la incorporación de recursos para rehabilitar sus pasivos ambientales. El proyecto buscará propiciar sistemas productivos adaptados a la creciente variabilidad ambiental mediante la transferencia de tecnología de manejo y restauración e implementación de sistemas de monitoreo de las funciones ambientales de los ecosistemas. La aplicación de nuevas tecnologías para el manejo y la planificación de actividades que impactan sobre los recursos naturales, la implementación de sistemas de alerta temprana y el monitoreo a largo plazo serán fundamentales para mejorar la funcionalidad de los ecosistemas, los servicios que brindan y lograr sistemas productivos sustentables
Descripción de Problemas y Oportunidades
Un tercio de la población mundial se ve afectada por la degradación de la tierra, que abarca la erosión del suelo, la salinización, el drenaje de turberas y humedales y la degradación de bosques (UNEP, 2007). Los humedales, son los ambientes con mayor valoración en función de los servicios ecosistémicos (Mitsch et al., 2015), proporcionan una cantidad desproporcionadamente alta (40%) de servicios en función a su superficie (1.5%) (Clarkson et al., 2013) y albergan más del 40% de las especies del mundo (Mitra et al., 2003). Las tierras forestales y los humedales fueron las ecorregiones más afectadas por la pérdida de servicios ecosistémicos en un análisis global para el periodo 2005 -2015 (Sannigrahi et al., 2018). En tierras secas la desertificación es responsable de la pérdida del potencial biológico y económico para sustentar a las poblaciones humanas, al ganado y a los herbívoros silvestres (Reynolds et al., 2007). Dada la relación de la diversidad biológica en la provisión de servicios ecosistémicos (Gaitan et al., 2017; Brockerhoff et al., 2017), la degradación generalizada de los ambientes afecta múltiples funciones. El costo de intervenir áreas para su recuperación aumenta de forma no lineal con la degradación (Reynolds et al., 2003), por lo que una intervención temprana y monitoreo frecuente reduce los costos y la escala. La aplicación de prácticas sustentables dependerá del monitoreo continuo de los impactos en estos sistemas socio-ecológicos . El sobrepastoreo ha sido uno de los factores más importantes en la degradación de pastizales (Geist y Lambin 2004). El exceso de carga animal incrementa la erosión del suelo, reduce la cubierta vegetal y favorece la pérdida de nutrientes de las capas superiores del suelo, disminuyendo la fertilidad y otros servicios ecosistémicos como la regulación del clima (Li et al., 2007), la infiltración y retención de agua (Ghermandi et al., 2021), pérdida de biodiversidad y productividad primaria (Milchunas y Lauenroth, 1993) y aumento de las emisiones de carbono a la atmósfera (Lal et al., 2013). Los factores locales, bióticos y abióticos, interactúan con la intensidad de pastoreo y determinan el nivel de impacto sobre distintos servicios ecosistémicos (Maestre et al., 2022), por lo que estas interacciones son clave para comprender la respuesta de los ecosistemas áridos bajo el cambio climático y la creciente presión humana. En Argentina, la ganadería contribuye con el 16% de las emisiones nacionales de gases de efecto invernadero (GEIs; Inventario Nacional de Argentina, 2014). El incremento de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera y su incidencia en el cambio climático genera un creciente interés por reducir las emisiones y estudiar la fijación de carbono en los ecosistemas naturales. El estudio de la captura de carbono en la vegetación y en el suelo es relevante para mejorar las condiciones productivas y ambientales. El contenido de carbono del suelo (CCS) provee importantes servicios ecosistémicos dada su función de soporte de biodiversidad, así como para la producción vegetal y animal. Es un potente indicador ecológico que puede emplearse como base de programas de seguimiento para el desarrollo de planes de gestión sostenible de los ecosistemas. El carbono orgánico total del suelo (COT) a menudo es utilizado como indicador de la calidad del suelo (Manley et al., 1995) y para evaluar perturbaciones como la labranza (Liu et al., 2016), el fuego (Gaitán et al., 2007) o el pastoreo (Eldridge et al., 2016). A nivel global existen redes para el monitoreo de vegetación y suelo en distintos ambientes. Tal es el caso del Ecological Outcome Verification (EOV), protocolo propuesto por Savory Institute para evaluar el funcionamiento del ecosistema bajo manejos ganaderos definidos como regenerativos. Otro tipo de redes internacionales evalúan cambios asociados a las sequías a partir de ensayos manipulativos de lluvias (Drought-Net) , el efecto de nutrientes (Nutnet), clima y presión de pastoreo (Biodesert). En Argentina existe la Red Argentina de parcelas permanentes de bosques nativos que también apunta a monitorear cambios asociados al clima y al manejo sobre estos sistemas.