Manejo del cultivo de arroz frente a nuevos escenarios de producción: Buenas Prácticas Agrícolas, Cambio Climático y Competitividad
Objetivo General
Analizar y proponer alternativas de manejo que aporten a la sostenibilidad del sector productivo arrocero argentino, en el contexto actual de Producción, Cambio Climático y Buenas Prácticas Agrícolas (BPA)
Resumen Ejecutivo
El arroz (Oryza sativa) es el alimento básico de más del 50% de la población mundial y particularmente en el litoral argentino constituye una economía regional que promueve más puestos de trabajo que cualquier otro cultivo. La producción nacional 2021/22 fue de 1,4 tn sobre un total de 202.250 ha cosechadas, con un rendimiento real promedio 2,8 tn/ha por debajo del rendimiento agrícola potencial. El proyecto abordará problemas tales como la existencia de una brecha productiva, insuficiente adopción/transferencia de tecnologías disponibles, falta de consolidación de prácticas de manejo que permitan un uso más eficiente de los recursos naturales y de los insumos, nuevas y mayores exigencias del mercado por alimentos de alta calidad. La finalidad/objetivo del mismo es aportar a la sostenibilidad del sector productivo arrocero, en el contexto actual de producción, cambio climático y Buenas Prácticas Agrícolas (BPA). Los objetivos específicos (OE) apuntan por un lado; a difundir tecnologías disponibles y promover su adopción y por otro, a generar/actualizar información en áreas de vacancia del cultivo. Las actividades consideradas para cumplir con la meta planteada demandan la erogación de $ 72.800.000 millones, importe inferior al diferencial que producirá el logro del objetivo propuesto.
Descripción de Problemas y Oportunidades
Desde su origen, arroz fue una línea importante para la EEA Corrientes; en 1970 inician los trabajos de mejoramiento genético y desde 1992 el Proyecto Arroz se ocupó de generar y transferir tecnología siendo referente en las áreas eco fisiología, fenología, economía, producción de semillas y prácticas culturales. Ello se ve reflejado en 30 informes anuales, 2 ediciones de la Guía de BPA para el Cultivo de Arroz en Corrientes (INTA y ACPA, 2008; INTA, ACPA y MP, 2016), el Manual del aguador arrocero (INTA, 2011) y la Guía de identificación de plagas (Kruger y Burdyn, 2015). En convenio con el sector agronomía de FLAR, el Grupo Arroz participó en la difusión de prácticas de manejo conduciendo los “Lotes MARA” durante 9 campañas. Hace 30 años lleva adelante ininterrumpidamente los ensayos regionales de cultivares para caracterizar nuevos materiales. Se trabajó en la determinación de niveles de As en arroz (PFIP/2017-Convenio N° 2019-14999075 INTI-INTA), se caracterizaron malezas resistentes (arroz colorado) (PICT-2019-2019-00581, Fontana y Kruger 2021a, 2021b y 2021c), se evaluó el desempeño de genotipos de arroz al RSNV, la distribución del virus y su vector (PICT-2020-SERIE A-01819, Maurino et al., 2018; publicaciones en “Proyecto Arroz - Resultados de campaña 2017-18 al 2021-22). En ASPO, para reducir distancias con el sector productivo, se propuso el desarrollo de una plataforma digital actualmente se transita su recta final (PL440). La EEA Concepción del Uruguay inició los trabajos en arroz desde su inicio, fortaleciéndose por el convenio con el Grupo de Investigación de la FCAyF-UNLP. Desde los años 90, el área arroz se aboca a los temas eco fisiología y manejo del cultivo, protección vegetal y mejoramiento genético. La investigación en eco fisiología y manejo ha proporcionado tecnología para la fertilización y el riego. El sistema de riego intermitente CFPA permite reducir costos de riego por perforación al ahorrar un 30-40% del agua. El trabajo en mejoramiento genético logró, por mutagénesis, una fuente de resistencia a IMI patentada por INTA que condujo a la liberación de 4 cultivares (2005 al 2017). Las articulaciones intra e interinstitucionales (UNER, UNL, UCU, INTI, CONICET, Fundación PROARROZ, entre otros) son clave para la captación de demandas, así como la difusión, transferencia y aplicabilidad de la tecnología generada. Al presente existe tecnología disponible para mejorar los rindes, pero se han detectado dificultades para transmitir y convencer al personal que realiza a tareas operativas (Moulin et al., 2013) y carencia de información actualizada del sector. Simultánea y constantemente ocurre una vacancia de información por el desarrollo de nuevos procesos, insumos, variedades, entre otros, cuyo uso debe ser validado y/o ajustado a los diferentes ambientes. El manejo de plagas es un desafío constante que provoca pérdidas en rendimiento y calidad; la resistencia a los herbicidas en las malezas y el movimiento fuera del objetivo por parte de los fitosanitarios son preocupaciones emergentes en la producción. El desarrollo de nuevas tecnologías de arroz resistente a diferentes principios activos requiere de buenas prácticas de administración para preservar su efectividad en el tiempo: el uso constante de cultivares resistentes a un único principio activo (IMI), llevó a la aparición de malezas resistentes, favorecidas por su habilidad competitiva. Por otra parte, es necesario generar información respecto a problemas de implantación del cultivo, el manejo de cosecha y post cosecha, manejo y uso sustentable de los suelos e identificación de sistemas alternativos de riego que permitan economizar agua obteniendo similares niveles de productividad (Carraselas et al. 2019). En este momento los sistemas productivos transitan las modificaciones y adecuaciones necesarias para conseguir una producción bajo los lineamientos de las buenas prácticas agrícolas. Además, como se trata de un cereal cuya importancia radica en que es un producto exportable (solo el 60% de la producción nacional es absorbida por el mercado interno), es requisito atender las exigencias del Codex Alimentarius, normativa de referencia para la negociación de exportación que especifica los valores estándares de residuos de fitosanitarios y metales. En relación a residuos/contaminantes, la bibliografía pone en evidencia diferencias entre áreas productivas y criterios de manejo, ameritando ello estudios intensivos del tema (Diaz y Lenzi, 2009).
Sede del proyecto
Coordinadores
