Estrategias de prevención y disminución de las pérdidas y desperdicios de alimentos (PDA). Rescate de alimentos no comercializados y valorización de co-productos

Código:
2023-PD-L04-I123
Impacto:
Ambiental
Plazo:
48 Meses
Instrumento:
Proyecto disciplinario (Cartera 2023)
Título:
Estrategias de prevención y disminución de las pérdidas y desperdicios de alimentos (PDA). Rescate de alimentos no comercializados y valorización de co-productos
Centro o programa involucrado:
Centro de Inv. y Desa. Tecn. para la Agric. Fliar.; Desarrollo Regional y Territorial; EEA Área Metropolitana de Buenos Aires; Valor Agregado, Agroindustria y Bioenergía

Objetivo General

Desarrollar y adaptar estrategias tecnológicas y organizacionales para: la disminución de las pérdidas, el aprovechamiento del alimento y el uso de co-productos y descartes de la agrobioindustria para su utilización alimentaria y el agregado de valor.

Resumen Ejecutivo

Los ODS han recibido gran adhesión por parte de agencias gubernamentales, sector privado, sociedad civil e instituciones. En el SAB se ha focalizado la meta 12.3:Producción y consumo responsable. Sin embargo, son pocas las organizaciones que actúan de manera coordinada con objetivos comunes. Esta meta establece la reducción a la mitad de las PDA en los distintos eslabones de las cadenas y uno de los grandes desafíos es unificar los esfuerzos de los actores claves (públicos, privados, academia, sociedad, bancos de alimentos-BA, ONGs). Los principios de esta meta incluyen prevenir las PDA; promover la recuperación y donación de alimentos para consumo humano; canalizar las PDA para alimento de animales; e impulsar el reciclaje y recuperación del desperdicio. El INTA ha identificado como problema la necesidad de contar con metodologías y tecnologías para reconvertir las PDA y realizar intervenciones estratégicas en territorio. Asimismo, se identifica como oportunidad el interés de las industrias y el sector productivo del aprovechamiento de residuos y desechos del SAB. Este proyecto busca dar respuesta a los P/O enmarcados en las 3 dimensiones de las PDA: económica, ambiental y social, siendo esta última el principal foco. El objetivo general del proyecto es desarrollar y adaptar estrategias tecnológicas y organizacionales para la disminución de las PDA, el aprovechamiento del alimento y el uso de coproductos y descartes del SAB para su utilización alimentaria y el agregado de valor. Para ello, se trabajará en estrategias de prevención para la disminución de las PDA dentro de las distintas etapas de las cadenas, se formularán y adaptarán tecnologías y procesos organizacionales para recuperar alimentos, se aplicarán tecnologías para el aprovechamiento de coproductos y descartes alimenticios de las distintas cadenas, y se generarán y transferirán conocimientos sobre el aprovechamiento de coproductos del SAB con el fin de contribuir a la innovación en el territorio, fomentando la economía circular. Se espera alcanzar un mayor nivel de conocimiento, desarrollar tecnologías, formar RRHH y actualizar a los actores clave del SAB para consolidar procesos de innovación regional y contribuir a una sociedad mejor informada. La estrategia de gestión está orientada a maximizar las oportunidades de rescate de alimentos y aprovechamiento de descartes, así como diseñar soluciones a problemas que limitan la vida útil de los productos. Las actividades procurarán integrar los 5 Componentes Estratégicos Institucionales: I+D para generar información y conocimiento. TyE para conformar espacios de discusión, capacitación, y promover articulaciones. VT con actores claves del territorio, formalizando vínculos para captar financiamiento. RI con socios estratégicos conformando redes. I+C para elaborar publicaciones científicas y de divulgación. La gestión del Proyecto a nivel decisorio estará a cargo de un Comité de Gestión, y se contará con una Comisión Asesora no vinculante.

Descripción de Problemas y Oportunidades

Existe un creciente consenso político y científico sobre la necesidad de reducir a nivel mundial las pérdidas y desperdicios de alimentos (PDA) (Närvänen et al., 2020). La primera estimación a nivel global sobre las PDA fue realizada por la FAO (2011), donde se reportó que un tercio de los alimentos producidos para consumo humano eran perdidos o desperdiciados. Desde entonces, el tema fue creciendo en la agenda política de los gobiernos y recuperado por instituciones públicas, consultores y académicos, con un significativo aumento de la producción de trabajos científicos (FAO, 2015; ONU, 2015; Recabarren, 2017; FAO, 2019; Närvänen et al., 2020; UNEP, 2021; FAO, FIDA, OMS, PMA y UNICEF, 2022). En sintonía, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), incorpora a las PDA en su Objetivo de Desarrollo Sostenible número 12, Meta 12.3. Fijando como meta entre 2015 y 2030, de reducir el desperdicio de alimentos per cápita a nivel mundial en la venta al por menor y a nivel de los consumidores, y reducir las pérdidas de alimentos en las cadenas de producción y suministro, incluidas las pérdidas posteriores a la cosecha (ONU, 2015). Según diferentes organismos internacionales, se entiende por “pérdida de alimentos” a la disminución de la cantidad de alimentos en cualquier parte de la cadena de suministro que se relaciona con los alimentos comestibles disponibles para el consumo humano y se suele asociar con limitaciones técnicas (mala planificación, manipulación descuidada, incorrecta o deficiente aplicación de insumos, almacenamiento inadecuado, falta de refrigeración, problemas en el transporte) y financieras (fluctuación de los precios, falta de transparencia de mercado). En cambio, el “desperdicio de alimentos” se entiende como la disminución de alimentos aptos para el consumo humano que ocurre al final de la cadena alimentaria (ventas y consumo final). Es decir, tiene relación con el comportamiento de los vendedores y consumidores y es atribuido a marcos institucionales, organizacionales y legales ineficaces (como los etiquetados de caducidad confusos) y a prácticas de compra, almacenamiento y cocción inadecuados (FAO, 2011; FAO, 2015; Recabarren, 2017; ONU, 2021). A nivel nacional, el compromiso para el estudio, desarrollo de políticas y difusión de la problemática se ha materializado en la creación del Programa Nacional de Reducción de Pérdidas y Desperdicios de Alimentos en el año 2015, que se convirtió en Plan Nacional con la reglamentación de la Ley 27.454 en 2019. Otros ejemplos son la adopción del 29 de septiembre como el “Día Nacional contra la PDA”, y la Estrategia Argentina 2030 “Valoremos los Alimentos” del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca lanzada en el año 2020. Sin embargo, la bibliografía en la temática a nivel país resulta escasa, por lo cual se suele recaudar información de trabajos internacionales. Los estudios más relevantes fueron realizados por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación (2015), la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Recabarren, 2017) y posteriormente por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación (2020). Estos trabajos oficiales calculan que en Argentina se pierde y desperdicia anualmente el 12,5% de la producción agroalimentaria total, lo que representa 16 millones de toneladas de alimentos. De este 12,5%, el 11,3% es explicado por pérdidas y sólo un 1,2% por desperdicios. La amplia diferencia refleja debilidades del sistema productivo en sus primeras etapas; de hecho, el estudio de Rivas, Blengino, Alvarez de Toledo y Franco (2015) encuentra que la mitad de las PDA argentinas ocurren tan sólo en el primer eslabón de la cadena. La falta de información y discrepancias entre datos, pone en manifiesto la necesidad de generar conocimiento actual y fidedigno, que sirva para el gobierno como instrumento para el diseño y seguimiento de políticas públicas específicas de gestión y reducción PDA en el país.

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